Mediación y otros caminos olvidados
Vivimos una época de crispación
excesiva. Entramos en el milenio con tanta ansia como ingenuidad. La dorada Era
de Acuario dejaba atrás dos milenios de civilización reciente, bajo la Era de
Piscis, que había tenido el epílogo de dos guerras mundiales en apenas un
siglo. Ansiosos por elevarnos de los viejos esquemas, el ser humano nuevo se
proyectaría hacia su libertad e independencia. Pero nos faltaba perspectiva,
nos sobraba adanismo y nos dimos de bruces con la realidad del mundo.
De los grandes descubrimientos
que se habían realizado surcando los mares, saltamos a tecnologías que o bien
nos superan o simplemente están fuera de nuestro control individual,
literalmente. Hemos pasado de los chismes de la plaza del pueblo a las fake
news de la aldea global, y no tenemos capacidad analítica para procesar tanta
información.
Y también nos falla la memoria,
que como tal siempre es histórica. Y al igual que a el Viejo Camino Olvidado de
Santiago, que ya transcurría desde tiempo ancestral por esta villa de Guardo,
nos hemos olvidado que en España encontramos testimonios de una tradición
mediadora, basada en el diálogo, en las Juntas vecinales, en los Gremios
medievales y en las Hermandades agrarias y rurales. Por no remontarnos al “pater
familias” de la Hispania romana o a los Patriarcas gitanos.
Hace más de mil años, por estas
tierras de Castilla y León, a través de la Montaña Palentina, transitaban peregrinos
hacia Compostela y al ocaso del sol en el Finis Terrae atlántico, por un viejo
camino jacobeo, al que ahora denominamos “el Camino Olvidado”. Por esa época, en el Fuero de Avilés ya se
documentaba jurídicamente el origen etimológico de la Mediación y poco más
tarde, en las Partidas de Alfonso X se recoge el término arbitraje, conceptos
que hoy parecen novedosos en las sociedades del tercer milenio…
La vida, como la práctica de la
Mediación, se resume bastante bien en ese juego, que algunos dicen tiene sus
ancestrales orígenes en el disco de Phaistos descubierto en las ruinas minoicas
del Palacio de Creta, y otros creen más bien que está relacionado con los
caballeros de la cruz patada, la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del
Templo de Salomón, el Juego de la Oca. Quizá, como creen algunos, una guía
encriptada del Camino de Santiago que, como todos los caminos, es un
peregrinaje de ida y vuelta. Aunque resulte paradójico, lo importante en ese
juego no es ganar y lo verdaderamente
importante es llegar al final. Algo que para la escritora Virginia Burden tiene
una fórmula, aplicable también a la Mediación: la cooperación. Es decir, “la convicción de que nadie puede llegar a
la meta sino llegan todos.”
Para conocer algo más de esas
prácticas mediadoras ancestrales y caminos olvidados, nos acompañan hoy desde
Palencia, Monseñor Manuel Herrero, obispo
de Palencia, desde Guardo (Palencia) Juan Jesús Blanco, alcalde de esta Villa en el viejo camino olvidado de
Santiago, y desde Valdepeñas (Ciudad Real), Antonio J. Almarza,
mediador, abogado y peregrino.
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