Mediación y otros caminos olvidados

 

Monseñor Manuel Herrero, Juan Jesús Blanco y Antonio Jesús Almarza

Vivimos una época de crispación excesiva. Entramos en el milenio con tanta ansia como ingenuidad. La dorada Era de Acuario dejaba atrás dos milenios de civilización reciente, bajo la Era de Piscis, que había tenido el epílogo de dos guerras mundiales en apenas un siglo. Ansiosos por elevarnos de los viejos esquemas, el ser humano nuevo se proyectaría hacia su libertad e independencia. Pero nos faltaba perspectiva, nos sobraba adanismo y nos dimos de bruces con la realidad del mundo.

De los grandes descubrimientos que se habían realizado surcando los mares, saltamos a tecnologías que o bien nos superan o simplemente están fuera de nuestro control individual, literalmente. Hemos pasado de los chismes de la plaza del pueblo a las fake news de la aldea global, y no tenemos capacidad analítica para procesar tanta información.

Y también nos falla la memoria, que como tal siempre es histórica. Y al igual que a el Viejo Camino Olvidado de Santiago, que ya transcurría desde tiempo ancestral por esta villa de Guardo, nos hemos olvidado que en España encontramos testimonios de una tradición mediadora, basada en el diálogo, en las Juntas vecinales, en los Gremios medievales y en las Hermandades agrarias y rurales. Por no remontarnos al “pater familias” de la Hispania romana o a los Patriarcas gitanos.

Hace más de mil años, por estas tierras de Castilla y León, a través de la Montaña Palentina, transitaban peregrinos hacia Compostela y al ocaso del sol en el Finis Terrae atlántico, por un viejo camino jacobeo, al que ahora denominamos “el Camino Olvidado”.  Por esa época, en el Fuero de Avilés ya se documentaba jurídicamente el origen etimológico de la Mediación y poco más tarde, en las Partidas de Alfonso X se recoge el término arbitraje, conceptos que hoy parecen novedosos en las sociedades del tercer milenio…

La vida, como la práctica de la Mediación, se resume bastante bien en ese juego, que algunos dicen tiene sus ancestrales orígenes en el disco de Phaistos descubierto en las ruinas minoicas del Palacio de Creta, y otros creen más bien que está relacionado con los caballeros de la cruz patada, la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón, el Juego de la Oca. Quizá, como creen algunos, una guía encriptada del Camino de Santiago que, como todos los caminos, es un peregrinaje de ida y vuelta. Aunque resulte paradójico, lo importante en ese juego no es ganar y  lo verdaderamente importante es llegar al final. Algo que para la escritora Virginia Burden tiene una fórmula, aplicable también a la Mediación: la cooperación. Es decir, “la convicción de que nadie puede llegar a la meta sino llegan todos.”

Para conocer algo más de esas prácticas mediadoras ancestrales y caminos olvidados, nos acompañan hoy desde Palencia, Monseñor Manuel Herrero, obispo de Palencia, desde Guardo (Palencia) Juan Jesús Blanco, alcalde de esta Villa en el viejo camino olvidado de Santiago, y desde Valdepeñas (Ciudad Real), Antonio  J. Almarza, mediador, abogado y peregrino.














[Guardo, Palencia. 07/10/2021_P10]

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