Mares y despertares
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| Salvador Madrid Fernández |
“Porque el sentido de la vida está en los sueños” Res Madrid, Gestos, Semblanzas de amor onírico, 2023
La poesía, como el resto de las artes, no solo brinda a sus creadores la posibilidad de una expresión sin limitaciones, liberando y exteriorizando emociones. También obsequia a quienes lo disfrutan con una experiencia única y personalísima. Es una forma de comunicar, de transmitir ideas, sentimientos y emociones.
En definitiva, desempeña un papel mediador y motor de la comunicación, ya que el escritor a través de su creación transmite no solo emociones, también mensajes, animando a todo un abanico de reflexiones personales o sociales, sobre la vida en general.
Nos acompañará en este nuevo programa de Tiempo de Mediación el autor Res Madrid, alias de Salvador Madrid Fernández. Salvador es un hombre versátil, docto, de amplia experiencia en el mundo legal y de la seguridad. Abogado, doctor en Derecho Penal, máster en Mediación, diplomado superior en Criminología e Investigación Privada. Quizá de ahí su perspicacia y análisis certero en estos tiempos tramposos y cínicos de realidades líquidas, abrumado de tópicos e invadido de sectarios.
Aunque el mundo del derecho es su vocación, su pasión, su faceta más humana radica en su extrema sensibilidad. Sensibilidad para la belleza, el arte, la música, la poesía...sobre todo la poesía, tan ausente de nuestras vidas cotidianas. Por eso publica ahora estas “Semblanzas de amor onírico. Entre mares y despertares”, que sigue a su Opera Prima, “Canciones nocturnas de un Eurípides”.
Ha sabido conciliar su formación jurídica y castrense en un maridaje, épico para estos tiempos, con la poesía, pero que ha tenido antecedentes distinguidos, no solo en España. Los escaldos fueron poetas guerrero vikingos durante la Edad Media. Pertenecían a la corte de los reyes escandinavos donde no solo componían poemas, eran cronistas y testigos de la historia. Y es que de alguna forma Salvador conserva un alma de guerrero, en el sentido más noble del término, donde la pluma deja en un segundo plano a la espada.
Amante también del sol y el mar, incapaz de alejarse mucho de ellos, quizá por haber sido nacido en su querida Málaga, es una persona con luz propia que disfruta de las pequeñas cosas con una pasión y una devoción que raya el sibaritismo de lo cotidiano.
El escritor estadounidense Scott Fitzgerald decía que una prueba de inteligencia es la capacidad de mantener dos ideas opuestas en la mente al mismo tiempo, y todavía conservar la capacidad de funcionar. Y Salvador, que es honrado consigo mismo, es capaz de navegar entre ideas opuestas, sin perder el rumbo.
Siempre conciliador, aunque firme en sus convicciones, no en vano la mediación y la concordia están también en su ADN, afronta las circunstancias de la vida con una visión crítica revestida de, en unas ocasiones, un ácido humor y en otras de una visión edulcorada y romántica.
En definitiva, personaje de contrastes y quizá hasta de contradicciones. El yin y el yang permanecen en eterna lucha dentro de él, navegando a golpe de timón un mar interior embravecido o sereno, donde en la búsqueda del equilibrio de esa batalla cuenta con la delicadeza de una sensibilidad que se despierta de sus sueños desbordando un amor que por timidez y respeto disfraza de poema. Tal vez por eso, escéptico pero incansable, continúa acudiendo a la mar por naranjas, como en aquellos versos populares, consciente de que es algo que la mar no tiene…
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