La Paz está en el Camino
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| Alejandro Rubín Carballo |
Turismo y Cultura de Paz
Según la UNESCO - la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- una cultura de paz se basa en los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y en el respeto de los derechos humanos, la democracia y la tolerancia. El turismo puede ser un mecanismo que promueva la construcción de una cultura de paz en los territorios, crear alianzas productivas y dar a conocer la rica diversidad cultural, gastronómica y natural de los territorios.
La sociedad actual enfrenta desafíos monumentales, desde conflictos políticos y tensiones internacionales hasta crisis económicas y desigualdades crecientes. En medio de este panorama, la cultura de paz emerge como una necesidad apremiante. Es un concepto que va más allá de la simple ausencia de guerra y busca crear un entorno en el que la paz, la justicia y la cooperación sean los pilares fundamentales de la convivencia humana. La cultura de paz no solo es relevante, sino que es esencial para abordar los problemas contemporáneos y construir un futuro más próspero y armonioso.
La cultura de paz se basa en la idea de que la paz no es simplemente la ausencia de conflictos violentos, sino un estado positivo en el cual se promueve la justicia, la igualdad, el respeto mutuo y la cooperación y se manifiesta en diferentes niveles: desde las relaciones personales y familiares hasta las interacciones a nivel internacional. Implica la resolución pacífica de conflictos, el respeto a los derechos humanos, la inclusión social y la promoción de la educación y la comprensión intercultural mutua.
A pesar de su importancia, la promoción de la cultura de paz enfrenta varios desafíos. Entre ellos se incluyen la intolerancia arraigada, los intereses políticos y económicos que a menudo perpetúan conflictos y la falta de voluntad para el diálogo constructivo. Sin embargo, estos obstáculos no debieran disuadirnos de trabajar hacia una sociedad más pacífica.
Decía el escritor Mark Twain que "Viajar es fatal para el prejuicio, la intolerancia y la estrechez de mente". Lo cierto es que, para muchos, el turismo es el principal puente para el entendimiento. Tiene una capacidad única para promover la paz entre los pueblos de todo el mundo. Y así lo entiende la Organización Mundial del Turismo (OMT), como herramienta de apoyo del secretario general de las Naciones Unidas, en su llamamiento para que todos los países resuelvan las disputas por medios pacíficos y no mediante la violencia, y para que respeten en todo momento la seguridad y la justicia.
El empoderamiento y la implicación de las comunidades, la creación de capacidad y la formación y las asociaciones entre los sectores público y privado son factores clave para promover, a través del turismo, una cultura de paz en las sociedades, de forma que se pueda sacar partido de su capacidad para generar desarrollo económico e inclusión social.
Y de desarrollo, paz y concordia entre las personas y los territorios, vamos a hablar hoy con nuestro invitado, Alejandro Rubín Carballo, canciller y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Orden del Camino de Santiago, la red más internacional de peregrinos y defensores del Camino, que cuenta con miles de miembros en todos los continentes y con comendadores en una treintena de países y que tiene entre sus misiones promover los valores universales del Camino (esfuerzo, solidaridad, hospitalidad, generosidad), sirviendo de vínculo entre varios continentes, así como difundir el patrimonio cultural y etnográfico de las diferentes rutas del Camino de Santiago, contribuyendo a promover el turismo cultural, religioso o espiritual.
Alejandro Rubín, es también presidente de la Asociación Internacional de Cooperación Turística (ASICOTUR), organización que desde 2021 es miembro de la Organización Mundial del Turismo (OMT) de las Naciones Unidas.
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[Guardo, Palencia. 19/10/2023_P65]
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