Cultura de Paz
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| Prof. Miguel Ángel Ordoñez Gribaudo |
Títeres, titiriteros y gentes de paz
“¿Qué es una conciencia?”, pregunta Pinocho y el grillo responde: “¿Qué es una conciencia? Una conciencia es esa pequeña voz que la gente no escucha”. Le aventure di Pinocchio: storia di un burattino, Carlo Collodi.
Persona es la palabra con la que se designa a todo individuo de la especie humana. El origen etimológico más remoto de la palabra persona es el griego prósopon ‘aspecto’, de donde pasó al etrusco phersu, y posteriormente al latín, donde persona hace alusión al uso de la máscara, que usaban los actores teatrales como recurso para la caracterización de los personajes que representaban.
En los antiguos teatros griegos los actores se colocaban máscaras con diferentes muecas sobre el rostro con el fin de mostrar al espectador algún tipo de sentimiento, como la alegría, la tristeza o la ira. Los orificios en la boca de las máscaras, amplificaban el sonido de las palabras facilitando su audición por el público.
Todas las personas representamos, de alguna manera, distintas versiones de los individuos que somos. En definitiva, nos ponemos o quitamos las máscaras para representar nuestras caracterizaciones en los diferentes escenarios en los que actuamos socialmente. Somos personas y, en cierta medida, también personajes. Una frontera -la de persona y personaje-que puede resultar confusa en ocasiones.
Donde no resulta engañosa, sin embargo, es en el mundo de la ficción, en el de la fantasía artística del teatro de marionetas y títeres, donde los muñecos son siempre personajes, trascendiendo a la persona que se encuentra detrás de su creación y de su animación.
El títere es anterior al teatro y contemporáneo de los primeros ritos y danzas religiosas y paganas. Los títeres en las diferentes culturas han sido desde antiguo un medio de comunicación para enseñar valores, a modo de mensajes de una conciencia tallada en personajes fáciles de identificar por sus acciones nada ambiguas. A lo largo de la historia han servido para explicar contenidos, transmitir obras literarias y musicales, y manifestaciones diversas de arte. Además de un recurso pedagógico de gran relevancia en el estímulo de la imaginación y creatividad de los más pequeños, favoreciendo su sociabilidad.
Los cuentos e historias que se representan tradicionalmente con los títeres, hablan de valores como la tolerancia, la generosidad o la bondad. Los títeres, sin duda, son embajadores de la paz.
Para acercarnos a ese arte milenario que protagonizan títeres y titiriteros, nos acompaña en Tiempo de Mediación el profesor Miguel Ángel Ordoñez Gribaudo, director de La Casa de los Títeres y de la Galería Museo de Gigantes y Cabezudos de la palentina localidad de Paredes de Nava.
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